jueves, 26 de junio de 2014

Sistemas de Gestión Ambiental

SISTEMA DE GESTIÓN AMBIENTAL



Hoy en día, las organizaciones están cada vez más preocupadas por obtener y demostrar un  desempeño ambiental adecuado, mediante el control del impacto de sus actividades regulares sobre el medio ambiente, teniendo en cuenta su política y objetivos ambientales. Dicha situación sucede en el contexto de una legislación cada vez más estricta y vigilante del desarrollo de políticas económicas y otras medidas para alentar la protección ambiental.

De este modo un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) es el proceso que incorpora el medio ambiente a la gestión general de la empresa, otorgándole una ventaja estratégica a la misma. El SGA permite asegurar un valor agregado que causa una mayor capacidad competitiva. Además otorga a la empresa una herramienta de trabajo que suministra una sistematización operativa que pueda incluir buenas prácticas ambientales y asegure una mejora continua del proceso de gestión medioambiental.

Por consiguiente se puede decir que un Sistema de Gestión Ambiental es un proceso cíclico de planificación, implantación, revisión y mejora de los procedimientos y acciones que lleva a cabo una organización para realizar su actividad garantizando el cumplimiento de sus objetivos ambientales. En este orden de ideas, La mayoría de los sistemas de gestión ambiental están construidos bajo el modelo: "Planificar, Hacer, Comprobar y Actuar", lo que permite la mejora continua. En la actualidad existen dos normas fundamentales sobre las que basar el diseño de los Sistemas de Gestión Ambiental:

1.    ISO-14001, promovida por ISO y aceptada en todo el mundo
2.    EMAS, promovida por la Unión Europea, y más estricta que la primera.
De este modo, la finalidad principal de un SGA es determinar qué componentes deben considerar las Empresas en materia de protección ambiental para cerciorar que en el desarrollo de sus actividades se tiene en cuenta la prevención y la minimización de los efectos sobre el entorno. Se basan en la idea de integrar acciones potencialmente dispersas de protección ambiental en una estructura sólida y organizada, que certifique que se tiene en cuenta el control de las actividades y operaciones que podrían generar impactos ambientales significativos.

Ahora bien, los SGAs no son algo muy extendido en las empresas Venezolanas, de hecho, muchas de ellas no han dado siquiera el primer paso para implementar uno de ellos el cual es: reconocer la necesidad de implantarlo, y algunas otras apenas están en las primeras etapas de su implantación.

Una de las nuevas herramientas del estado Venezolano que plantean implantar para hacer que las empresas tomen en cuenta dichos sistemas, en cuando al área ambiental se refiere, es la solvencia ambiental, la cual es un mecanismo que prevé multas y sanciones como por ejemplo: el no otorgamiento de divisas a empresas que no cumplan con la normativa ambiental.

Esta solvencia si bien es bastante estricta y contempla sanciones grandes, también tiene un lado conciliador y muy flexible, pues hasta las empresas que no cumplen con los requisitos exigidos por la ley tienen oportunidad ponerse a derecho en plazos que son lo bastante razonables, así como también tienen la oportunidad de presentar planes de adecuación, los cuales pueden ser discutidos y mejorados con la intervención de las partes públicas (organismos) y privadas (empresas).

En definitiva, el paradigma de que no vale la pena invertir en el ambiente porque eso no produce dinero, está cambiando principalmente por dos motivos, el primero por la presión que le está imponiendo el gobierno a las empresas privadas para que se ajusten a la normativa legal ambiental y el otro motivo es la presión de clientes externos, quienes cada vez más están exigiendo no solo que los productos sean de calidad sino que también sean lo más ecológicos posible.




No hay comentarios:

Publicar un comentario